En 2015, el peluquero Joshua Coombes tomó una decisión que cambiaría su vida para siempre.
De camino a casa después del trabajo, se encontró con un hombre sin hogar que había visto varias veces en el mismo lugar. En otras ocasiones, le había comprado algo de comida o le había dado algunas monedas. Pero esta vez, comenzaron una conversación real.
Entonces, Joshua tuvo una brillante idea. Como peluquero, podría ayudar al hombre dándole un nuevo corte de cabello, lo que le daría un impulso adicional.
Joshua tenía todas las herramientas necesarias para realizar una transformación seria. El hombre en la calle estaba agradecido y aceptó encantado que le cortara el cabello desordenado y la barba larga. Pronto, muchos otros sin hogar se enteraron de lo que hacía Joshua, y siempre que tenía la oportunidad, le cortaba el cabello a cualquiera que lo quisiera.