Chuck Norris es una leyenda viviente, conocido por su maestría en las artes marciales y su extraordinaria carrera en Hollywood. Pero detrás de los focos se oculta un legado conmovedor: su padre falleció de cáncer en 2013. Esta desgarradora pérdida llevó a Chuck Norris a enfrentar el cáncer y actuar para aumentar la conciencia sobre la enfermedad. Hoy viaja por todo el país hablando ante organizaciones sobre la importancia del diagnóstico temprano y la prevención. Su misión es clara: salvar tantas vidas como sea posible de esta grave enfermedad.
Criado en un hogar humilde y objeto de burlas por sus raíces indígenas, Chuck Norris encontró refugio en las artes marciales. A los dieciocho años comenzó a entrenar, lo que se convirtió en una carrera destacada: derrotó a respetados instructores de kárate como Allen Steen, Joe Lewis, Arnold Urquidez y Louis Delgado. Sin embargo, su talento iba mucho más allá de las artes marciales.
En la industria del entretenimiento también dejó una huella significativa: cautivó al público con sus actuaciones en películas de acción y series de televisión de culto de los años 80, donde mostró tanto sus habilidades marciales como su carisma magnético. Pero en el apogeo de su fama tomó una decisión sorprendente: priorizar la vida familiar sobre los atractivos del mundo del espectáculo y dedicar más tiempo a su familia.
Cuando su esposa, la exmodelo Gena O’Kelly, enfermó, Chuck Norris tomó la firme decisión de brindarle un apoyo incondicional. Interrumpió su carrera cinematográfica para estar a su lado. Fue un sacrificio que hizo voluntariamente por la mujer que amaba.
Explicó su decisión de la siguiente manera: “Toda mi vida ahora se centra en mantener a Gena con vida; he abandonado mi carrera cinematográfica para lograrlo. Para mí, esa es la cuestión fundamental.” Su dedicación al bienestar de su esposa es realmente inspiradora.
Chuck Norris sospecha que el deterioro de la salud de su esposa fue causado por complicaciones tras resonancias magnéticas con gadolinio. A Gena le administraron varias inyecciones de este agente de contraste metálico, y Chuck considera que esas inyecciones afectaron negativamente su salud y causaron su sufrimiento.
Después de sufrir molestias significativas y repetidas hospitalizaciones, Gena decidió investigar sus propios síntomas. Descubrió una acumulación de gadolinio y presentó sus hallazgos a los médicos que la trataban. A pesar del escepticismo inicial, resultó que la hipótesis de Gena era correcta.
Chuck estuvo a su lado todo el tiempo. Gena perdió mucho peso, tuvo dificultades para tragar y necesitaba cuidados constantes. Chuck dormía en el sofá junto a ella, sin alejarse nunca. A pesar de todo, la determinación de Gena de estar con sus hijos se mantuvo fuerte.
Chuck Norris y Gena asumieron la responsabilidad de educar al público sobre el gadolinio y sus posibles efectos dañinos. En el marco de sus acciones legales, demandaron a varias compañías farmacéuticas por su implicación en las inyecciones que provocaron los problemas de salud de Gena. Su lucha por la justicia continúa.
Chuck Norris es una verdadera inspiración, no solo por sus habilidades en las artes marciales y sus éxitos cinematográficos, sino también por su inquebrantable dedicación a la familia. Desde la lucha contra el cáncer hasta la batalla legal contra las compañías farmacéuticas, Chuck encarna un legado de fortaleza, amor y determinación.