Hablemos de las pequeñas criaturas, miembros de la familia de los parásitos, llamadas garrapatas. No se pueden ver a simple vista, pero son dañinas. Estos parásitos han existido durante mucho tiempo y están relacionados con los ácaros.
Sobreviven alimentándose de la sangre de aves, reptiles, anfibios e incluso, a veces, de seres humanos. Ahora, hablemos de Stephanie y su pequeño. Una mañana, se despertó y fue a la habitación de su hijo, donde descubrió un problema serio.
El niño es descrito como un alma entusiasta y muy enérgica, pero ese día estaba acostado en la cama. En ese momento, debería estar corriendo en el jardín. Entró en la habitación y vio al bebé mirándola. Fue a buscar a su marido, Dillon.
Más tarde, les informaron que su bebé estaba paralizado y lo llevaron a urgencias. Pensaron que se debía a un golpe en la cabeza que había recibido antes del partido de béisbol de su hermano.
Collin pasó por numerosos exámenes, y su estado no era bueno. Su padre lo vigilaba y dijo que solo podía respirar. Tenía problemas para comer y beber. Después de un tiempo, su nivel de oxígeno comenzó a disminuir, por lo que fue trasladado a un hospital más grande.
Tras su traslado, los médicos pudieron resolver su problema. Les dijeron a los padres que, de haber llegado más tarde, el niño podría haber sufrido un paro cardíaco. Después de encontrar una garrapata detrás de su oreja y retirarla, el niño volvió a su estado normal.
A pesar de la garrapata, las parálisis son una enfermedad provocada por la saliva del insecto. Esta garrapata se alimentaba de la sangre de Collin y contenía una neurotoxina que le causó la parálisis.
Los padres deberían estar conscientes de la salud de sus hijos y supervisarlos regularmente. Comparta su opinión con nosotros.