Un niño fue en recibido en un hospital ucraniano, pero su vida no debía comenzar en la comodidad de su hogar ni al lado de sus padres. Lamentablemente, cuando sus padres notaron que no se veía como cualquier otro niño, decidieron dejarlo en el hospital.
No querían tener nada que ver con un bebé que tenía problemas de salud después del nacimiento, así que simplemente se rindieron. Después de pasar un tiempo con los médicos y las enfermeras que lo cuidaban, el pequeño Dima finalmente fue ingresado en un orfanato para niños con discapacidades en Kramatorsk, en el este de Ucrania.
Dima sufría de una enfermedad llamada hidrocefalia, una acumulación anormal de líquido en los ventrículos (cavidades) del cerebro profundo. Esta enfermedad es crónica y puede ser controlada, pero actualmente no existe una cura para ella.
Afortunadamente, muchas personas con hidrocefalia llevan una vida normal con pocas limitaciones si reciben un tratamiento temprano adecuado. Sin embargo, en el caso de Dima, con el tiempo se observó poco progreso. A los cuatro años, aún no podía caminar ni alimentarse por sí mismo, lo que preocupaba al personal del orfanato.