El joven se coronó campeón mundial y destinó el dinero del premio a la construcción de un pueblo para familias en situación de necesidad. ¡Descubre los detalles de esta asombrosa historia!

HISTORIAS DE VIDA

Manny Pacquiao, campeón mundial de boxeo, destinó el dinero de sus premios para construir un pueblo destinado a familias desfavorecidas. Durante su niñez en Filipinas, el joven Manny a menudo sufría de hambre y, en ocasiones, ni siquiera tenía un puñado de arroz para el almuerzo. Sin embargo, su incansable determinación y su ferviente deseo de escapar de la pobreza lo impulsaron a alcanzar la cima del boxeo mundial.

A pesar de su impresionante éxito, Manny nunca ha olvidado sus raíces en la pobreza. Una de las primeras grandes sumas que ganó en sus peleas la destinó a la construcción de un pueblo para los habitantes de Tango, su ciudad natal en la empobrecida provincia de Sarangani. Este fue solo el comienzo: los fondos de Pacquiao han sido utilizados desde entonces para edificar viviendas para miles de familias de bajos recursos.

El pueblo, llamado Pacman Village en honor al famoso apodo de Manny, “Pac-Man”, se ha convertido en un refugio cálido y confortable para las familias en situación de vulnerabilidad. Cada vivienda está diseñada para albergar a dos familias, con entradas separadas que garantizan la privacidad de los residentes.

Pacman Village cuenta con canchas deportivas tanto abiertas como cerradas, un parque comunitario y un centro multifuncional, creando un espacio completo para el bienestar de los residentes. Manny creció en una familia numerosa, donde los plátanos y los tubérculos eran alimentos básicos en su dieta. A los 12 años, dejó la escuela para ayudar a su familia, trabajando en una panadería y vendiendo donas en las calles. Fue en esa etapa cuando comenzó a boxear bajo la tutela de su tío, quien se convirtió en su primer entrenador.

Su tío recuerda que Manny siempre mostró una voluntad inquebrantable: «Se levantaba a las 4 a.m. todos los días para salir a correr. Después de solo seis meses de entrenamiento, pensé: ‘Este chico va a ser un campeón mundial’. Y lo logró.»

Hoy en día, Manny Pacquiao es una de las figuras más respetadas y admiradas en Filipinas. Hace algunos años, dio el salto a la política y fue elegido para el Congreso, donde ha continuado su labor en beneficio de su país.

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