Después de 10 años, una madre llega a una casa abandonada donde dejó a su hijo de un año y descubre algo que la hace sollozar.

HISTORIAS DE VIDA

La tragedia ocurrió hace más de diez años, pero los habitantes de Yaroslavl nunca la olvidarán.

Todo comenzó cuando un vecino escuchó a un bebé llorar. Continuó con las tareas que tenía que realizar ese día sin pensar en ello. Pero el bebé continuó llorando al día siguiente. El llanto provenía de una residencia, pero ningún vecino vio a nadie dentro y las luces nunca estaban encendidas, ni siquiera de noche.

Sin embargo, en ese momento los vecinos comenzaron a preocuparse y llamaron a la policía. Cuando llegaron, la casa estaba completamente desierta cuando entraron. Los habitantes se lo habían llevado todo y desaparecieron. Su hijo era lo único a lo que habían renunciado.

Por el suelo sucio donde fue encontrada la niña de un año, era evidente que llevaba allí varios días. Una investigación exhaustiva reveló que el nombre de la niña era Liza Verbitskaya, y aunque parecía que sus padres estaban muertos, nadie había podido localizarlos.

Liza fue llevada al hospital, donde se recuperó rápidamente. Inna Nika estaba cuidando a su hijo enfermo en el mismo hospital; Su madre permanecía sentada a su lado día y noche. Un día, sin embargo, oyó un grito procedente de la habitación contigua y fue a investigar. Cuando conoció a Liza, sintió una necesidad maternal de cuidarla y protegerla. Después de eso, Inna visitaba a Liza todos los días y le llevaba comida, ropa y juguetes. Cuando Inna fue a ver a la niña un día, se dio cuenta de que ya no estaba en su habitación del hospital. Más tarde se enteró de que el niño había sido enviado a un orfanato. Ella también lo visitó allí, pero rápidamente se dio cuenta de que tenía que adoptarlo.

Liza tenía dos años, no podía masticar, estaba aterrorizada y no toleraba ruidos fuertes cuando se ultimaron los trámites de adopción. El color de piel de Liza era más oscuro cuando era niña que el de los miembros de su familia, pero ahora es hermosa. Comenzó a modelar y gracias a su éxito se hizo famosa en toda Rusia. Cuando se la vio ganar más concursos de talentos cuando era adolescente, los que se burlaban de su apariencia se mordieron la lengua.

La madre biológica intentó comunicarse con ella una vez que se hizo famosa, pero se le negó el acceso. Aunque Liza ahora tiene el número de teléfono de la mujer, no está segura de querer conocer a la persona que le dejó un mensaje. ¡Nuestra admiración va para Inna, una madre adoptiva que terminó salvando la vida de este niño abandonado a pesar de un destino tan único!

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