La nueva casa tiene un olor extraño, así que el hombre decide revisar los conductos de ventilación y se encuentra con esto.

POSITIVO

La compra de la casa de sus sueños de James y Mandy dio un giro oscuro e inesperado.

La pareja, casada desde hace cinco años, se mudó recientemente a su tan esperada casa en Pittsburgh, Pennsylvania, solo para descubrir secretos perturbadores que los hicieron cuestionar su decisión.

La emoción inicial se transformó en miedo cuando encontraron una misteriosa trampilla en el suelo de la cocina, un detalle que había pasado desapercibido durante su primera visita con el agente inmobiliario.

Decididos a desvelar los secretos ocultos bajo su nuevo hogar, la pareja encontró una llave en un lugar inesperado: dentro de un conducto de ventilación en su oficina en casa.

Después de abrir la puerta oculta detrás de un armario antiguo en la cocina, James y Mandy descendieron a un sótano tenuemente iluminado, lleno de muebles vintage, barricas de vino y fotos enmarcadas.

Sin embargo, su descubrimiento no terminó allí. En una pequeña trampilla cerrada en el sótano, encontraron una caja con recetas antiguas y, para su sorpresa, los planos originales de la casa, datados de 1887.

A medida que los Fiser exploraban más a fondo la historia de su nuevo hogar, comenzaron a darse cuenta de que su casa de ensueño tenía un pasado mucho más oscuro.

La caja también contenía frascos extraños con alimentos conservados y, aún más perturbador, varios cadáveres de animales.

Su perro, Scout, comenzó a ladrar sin cesar en una esquina de la sala de estar, lo que los llevó a otro conducto de ventilación oculto que no aparecía en los planos actualizados de la casa.

Perturbados por el espeluznante hallazgo, los Fiser contactaron a profesionales para realizar más investigaciones.

El equipo de mantenimiento, con el equipo adecuado para abrir el misterioso conducto de ventilación, reveló una escena macabra: frascos llenos de líquidos en descomposición, varios cadáveres de animales y huesos.

En un giro inesperado, el equipo de mantenimiento explicó que tales descubrimientos no eran tan inusuales en las casas victorianas antiguas de Pennsylvania.

Los artefactos encontrados estaban relacionados con una tradición llamada «Powwow», una práctica de curación ritual que fusiona elementos de religión y fe con salud y sanación.

El equipo de mantenimiento les informó a los Fiser que la antigua residente, una anciana, probablemente había estado involucrada en estas prácticas con fines curativos.

A pesar de la explicación cultural proporcionada por el equipo, James y Mandy Fiser decidieron retirar los perturbadores artefactos para eliminar el olor inquietante y crear un ambiente de vida más agradable.

Aliviados por finalmente entender la fuente de los extraños sucesos, la pareja se mostró decidida a transformar su casa de ensueño en un verdadero hogar.

Ahora, libre de los misteriosos restos del pasado, la casa está lista para que los Fiser continúen con su vida, sin los inquietantes secretos que una vez la habitaron.

 

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