En Nigeria, el caso de un niño conmocionó a la opinión pública, y sus fotos se difundieron, tocando el corazón de personas de todo el mundo. Este es el pequeño conocido como Hope…


Anja asumió la responsabilidad del niño de inmediato y lo llevó al hospital para recibir cuidados intensivos y transfusiones de sangre. Se puede decir que Hope encontró a su ángel guardián en esta mujer que parecía haber llegado del cielo.
Después de que las imágenes de Hope junto a su salvadora se difundieran, la organización recibió una donación de un millón de dólares de personas de todo el mundo, con el fin de salvar a este desafortunado niño.
Además, esta donación permitió a Anja crear una organización dedicada a ayudar a los niños maltratados y acusados de brujería, construir una clínica médica y rescatar a estos niños de la tortura.
Sin embargo, el mayor acto humanitario fue la bondad y empatía de la danesa Anja, quien recibió el mayor reconocimiento por su labor.
Hoy, Hope está creciendo de manera saludable y ha comenzado a asistir a la escuela en el orfanato fundado por Anja y su esposo.
Independientemente de las prácticas asociadas a estos rituales, las consecuencias suelen ser aterradoras. Las víctimas a menudo son estigmatizadas, abandonadas, discriminadas, maltratadas, torturadas y, en muchos casos, asesinadas.
Estas formas de violencia, ya sean físicas o mentales, constituyen una grave violación de los derechos del niño, tal como lo establece la Convención sobre los Derechos del Niño.
