En una familia rusa, nació un niño de piel negra. Creyendo que su mujer lo había engañado con alguien exótico, el marido hizo las maletas y desapareció.

HISTORIAS DE VIDA

Cuando Marina Yuryeva dio a luz a su hijo, su marido, Igor, quedó atónito. El niño, que se convertiría en un nuevo miembro de su familia eslava, tenía la piel negra, como si hubiera llegado directamente de la costa africana. «¿Cómo es esto posible?» se preguntó Igor. Su asombro se convirtió en sospecha y luego en ira. Convencido de que su mujer lo había engañado con alguien exótico, hizo las maletas y se fue.

En cuanto a Marina, que juró su inocencia, se encontró atrapada. Los médicos simplemente se encogieron de hombros, citando la posibilidad de que los genes de los antepasados ​​pudieran haber jugado un papel. Pero ¿cómo pudo ocurrir esto, si nunca había habido sorpresas genéticas semejantes en su familia?

Rumores y suposiciones del vecindario
Pronto, comenzaron a circular rumores en la pequeña ciudad sobre el africano local. Fabien, un ingeniero químico de origen francés, que trabajaba bajo contrato en la fábrica local, se convirtió en objeto de todas las sospechas. Los vecinos no tardaron en señalarlo con el dedo, e Igor, hirviendo de ira, se marchó a ajustar cuentas. Se puso una chaqueta de cuero, agarró una palanca y, acelerando el motor de su motocicleta, salió en busca del «secuestrador».

El motorista, el ataque y la intervención policial

Pero ese mismo día, la desgracia golpeó a Marina. Cuando regresaba a casa con su bebé, fue atacada. Un extraño la empujó por las escaleras antes de huir. Los transeúntes la encontraron y el bebé permaneció en el cochecito en el vestíbulo del edificio. Los transeúntes pidieron ayuda, mientras la policía comenzó a buscar al atacante.

Testigos apuntaron a un motociclista. Mientras tanto, Igor ya estaba atacando violentamente a Fabien, acusándolo de un supuesto romance con su esposa. Fue entonces cuando la policía detuvo al marido celoso, sospechando que no sólo había atacado al desconocido, sino también a su esposa.

Coartada y giro inesperado

A la mañana siguiente, en la comisaría apareció una mujer influyente: Natalia Rudinskaya, que ocupaba un alto cargo en el comité regional del Partido Comunista. Ella le proporciona una coartada a Igor, afirmando que él estaba llevando a cabo misiones para ella en ese momento. Pero ¿por qué esta poderosa mujer defendió con tanto ardor a su chofer? La pregunta quedó sin respuesta.

El misterio de la maternidad: ¿dónde está la verdad?

Igor y Marina decidieron hacer análisis de sangre para descubrir la verdad. Los resultados fueron impactantes: el bebé no era su hijo biológico. Las pruebas demostraron que ninguno de ellos podía ser el padre del niño. Todo indicaba que en la maternidad se había producido un intercambio de bebés.

En este contexto ocurrieron hechos inquietantes. La doctora Yevgenia Baryshnikova, que asistió al parto, murió tras ser atropellada por un coche. Luego, en la sala de maternidad fue encontrado el cuerpo de la partera Irina Soniccheva. El personal dijo que un «pasante» apareció la noche anterior al ataque.

Fiódor Chapoval y el descubrimiento de la trama

Los investigadores descubrieron que este misterioso interno no era otro que Fyodor Chapoval, un delincuente reincidente con un grave pasado criminal.

Lo contrataron para eliminar testigos y encubrir rastros del intercambio de niños. Durante su interrogatorio, Chapoval reveló el nombre de la persona que había ordenado estos actos: Natalia Rudinskaya.

Amor, celos e intercambio de hijos

Resultó que Natalia Rudinskaya estaba secretamente enamorada de Igor. Ella había planeado sembrar discordia entre él y su esposa, con la esperanza de ganar su favor.

Para llevar a cabo su plan, sobornó al personal de maternidad e insistió en intercambiar a los bebés. Al colocar un bebé mestizo en la familia, Rudinskaya esperaba que Igor rompiera con su esposa. Pero la situación rápidamente se salió de control y Natalia se dedicó a eliminar a cualquiera que pudiera desenmascararla.

Resultado: La justicia triunfa

El tribunal emitió su veredicto: Rudinskaya fue condenada a siete años de prisión y Shapoval fue condenado a muerte. Los Yuriev recuperaron a su verdadero hijo. En cuanto al bebé mestizo, fue adoptado por su padre biológico, el químico francés Fabien.

La madre del niño era una mujer local que se negó a criar al bebé por miedo al juicio social. Ella había abandonado a su hijo ocultándole su maternidad.

Epílogo: El amor es más fuerte que la intriga.

La historia de los Yuriev es un ejemplo de cómo el amor y la confianza mutua pueden superar todos los desafíos. A pesar de la perfidia, las intrigas y los peligros, permanecieron unidos. Y el bebé, que a pesar de sí mismo se había convertido en el centro de esta tragedia, encontró una familia y una nueva vida en Francia.

Pudo haber terminado en tragedia, pero gracias a su perseverancia, la justicia triunfó.

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